Irresuelto, el Océano de esta vida,
funciona de manera gestaltica.
Su círculo nunca se cierra verdaderamente,
mas siempre vence la apariencia.
Provocaba esperanza cuando yo la nada esperaba.
Mas ahora que espero todo, Neptuno nada.
Ojalá fuera yo quien a él disgustase:
una reaccion bastaría para convencerme.
Magnífico el silencio cuando magnificó el silencio.
Dialogaba con mis palabras. Sólo con ellas.
Un regalo confiado en su criterio.
Tal vez imaginaría que un pez se escondia tímidamente tras ellas.
Pero no. A Neptuno el pez le parece sólo agua.
Una lástima: los pedidos se volvieron
Inconciliables.
7.50 -
jueves, 14 de enero de 2010
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