sábado, 26 de junio de 2010

11.49 pm

Tu sabor
es la tensión
de hacer tu duelo
teniéndote enfrente.

Es el tono semiamargo
de tu piel blanquecina
el mejor para describir
mis ideales contigo.

Y hablando de ti...
Vete a revolcarte
contigo mismo.
¡Vete!

Tus sabanas son blancas.
Pero te tapan a tí,
desgraciado.





Y cuando me leas,
habil canalla bien vestido,
ni pienses en vanagloriarte
con estas palabras.

No son siquiera para ti.
Siquiera para ti,
si me disculpas
la repetición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario